Por crisis de la salud
le echan a Petro el pato,
por un robo de hace rato
que creció a tal magnitud.
Con poca o nula virtud,
se corrompió al sistema,
y ese es el real problema:
la paciencia se desgasta
y el pueblo dice “¡Ya basta!”…
mientras colapsa ese esquema.
La EPS, en su actual papel,
maneja tanto tesoro,
volviendo la salud oro,
bajo un velo muy infiel.
Con un negocio tan cruel,
con contratos sin pudor,
causando un gran dolor,
que llega hasta el hueso,
sin piedad y sin regreso,
¡corrupto y sin valor!
La millonada se desvía,
con contratos sin un rastro,
convirtiendo en camastro
la pública alcancía.
La atención, que agonía,
es negada y tan escasa,
mientras el atraco pasa;
al paciente, un gran engaño,
sufre así el mayor daño,
y la justicia muy escasa.
Los órganos de control,
omiten fiscalizar,
y fue dudoso su actuar,
bajo un oscuro farol.
La justicia sin control,
permitió la impunidad,
¡qué cruel calamidad!
Millones que se perdieron,
los culpables no cayeron,
¡y siguen en libertad!
Petro, con voz que asombra,
al “robo” le puso cara,
y que la verdad brillara,
tras esa corrupta sombra.
La ADRES, que ya se nombra,
será un pagador total,
para evitar tanto mal,
ya sin esa mediación,
y salvar a la nación,
de un sistema letal.
