Iniciamos la semana
con polémica otra vez
pues medra con rapidez
la ley de la marihuana
Ya no será más profana,
legalización a un cacho
indica la luz del hacho.
Después de años trabada
la ley será aprobada
y legal, serás pistacho.
Pao Herrera de nuevo
nos revela otra hoja
del lío que no afloja,
pues el carrusel malevo
aun ofrece su abrevo.
Emilio Tapia, él llama,
la estrella de la trama,
quien con un impedimento
ha contratado contento.
Corrupción es nuestro drama.
Pasemos a los Gnecco
pues otra vez lo han hecho:
suman a su clan maltrecho
un gobernador al hueco.
Peculado es el chueco:
Contratos sin requisitos
con muchos otros sofritos,
fácilmente al PAE robaron
Y otros beneficiaron.
“Yo no cometí delitos”*
(*Dicho por Luis Alberto Monsalvo Gnecco)
Ahí no para la cosa
pues como se ha mostrado
el clan habría mediado
en la elección tramposa.
Ñeñe política grosa,
pues Lucas Gnecco en Cesar,
dijo Ñeñe en su charlar,
haber sido encargado
lo de Duque haber guiado,
ah! “tragedia familiar”
Sigamos con las tragedias:
mercenarios apresados,
Iván y Martha perturbados,
por montones las asedias
y con ellas las demedias.
Inusual preocupación
nunca puesta en acción,
luego crecen las sospechas
por relaciones estrechas
de Colombia en la misión.
Y muy poco se ha hecho
por la hermana Narváez
cautiva de un arráez
al defender con su pecho
otras monjas del acecho.
Santos la Policía envió
traerlos Duque apremió.
Cuatro años secuestrada,
la han dejado olvidada…
Ni una oración se dio.
Nos pintaron las murallas
con amarillo chillón
cuando con agua y jabón
podían remover fallas
y evitar más chafallas.
Amenazan patrimonio
por deseo de un bolonio:
alguien en el Club de Pesca
cuya actitud monesca
generó un pandemonio.
Y en un acto “humanitario”
refugiados acogemos,
el apoyo brindaremos
a quien vive tal calvario.
Anunció el mandatario:
“Son cuatro mil ciudadanos
huyendo de inhumanos
que han sido nominados
a especiales visados”,
Salaam Alaikum Afganos.
