Rechazar el genocidio
es cuestión de humanismo,
no de antisemitismo
son voces contra este anidio.
Gaza ahora es un excidio:
miles han asesinado,
millones han desplazado,
la meta es exterminar
palestinos del lugar,
siempre lo han deseado.
Ver esas fotos aterra
hay cuerpos desmembrados
también cuerpos calcinados,
da asco su maldita guerra.
Primero, Israel los destierra,
luego, tormentas de bombas
sacan personas en trombas.
Gaza muere y nadie mira
e Israel “nutre” la mentira
de sus sionistas tibombas.
El hambre, un cruel flagelo,
se extiende sin compasión,
la sed, una maldición,
bajo el ardiente cielo.
No hay tregua, solo el desvelo
de un pueblo que resiste,
mientras la ayuda no asiste
por un bloqueo inhumano,
silencio del mundo ufano,
que a tanta muerte se asiste.
¿Dónde está la humanidad?
que clama por la justicia,
¿acaso en su blandicia
no ve tanta crueldad?
Se olvida la dignidad
de palestinos que “mueven”,
mientras los misiles llueven,
sobre la vida sagrada,
con la conciencia callada,
para nada se conmueven.
Denunciar lo prohibido
es la más noble misión,
alzar la voz con pasión
contra el crimen cometido.
No puede ser permitido
que la justicia se pierda,
que la memoria no cuerda
olvide tanto dolor;
por un futuro mejor,
Gaza siempre se recuerda.

